Idea tras idea, dibujo tras dibujo, cuadro tras cuadro, llegamos a finales de junio. Sentimos pena porque el taller va a quedarse en silencio. Y algunos de vosotros me decís: “Carlos, seguimos viniendo en julio!”…
No, no, debemos reposar. Es un ciclo, como el día y la noche ¿No nos encanta el momento de acurrucarnos dentro de la cama y cubrirnos con las sábanas para el descanso reparador? Viajando con nuestros sueños a lugares increibles, y viviendo situaciones sorprendentes ¿No es lo mismo el verano?
Sí, sí, Igual que un sueño reconstituyente. En vez de sábanas nos cubrimos con crema solar y sal de mar. Viajamos a playas de indescriptible belleza y vivimos experiencias inesperadas. En vez de horas nocturnas acompañadas por la luna son días enteros iluminados por un sol sin piedad. El descanso se cumplirá, pues lo necesitamos. Las hojas del calendario volarán como vuelan las horas nocturnas. Entonces septiembre saludará con su amable temperatura y sabremos que el despertador está sonando, que es hora de regresar. Pero no adelantemos acontecimientos, el sueño de un largo verano está todavía por llegar. Que lo disfrutéis.
