viernes, 2 de diciembre de 2016

+ Divertirse es b. +

¿A qué viene eso de b.? Porque hay tantas posibilidades que no me decido (básico, bueno, beneficioso, bárbaro, brillante, bionuclear, bellinfante, batiscafo…). En resumen, no podemos hacer buen arte si no disfrutamos con ello. Es cierto que al pintar siempre sufrimos un punto de insatisfacción, porque la idea que ronda nuestra cabeza no consigue manifestarse en toda su plenitud, o lo hace a duras penas. Pero eso es bueno, porque nos impulsa a seguir trabajando. Yo me refiero al gozo de crear, al placer de hacer nacer con nuestra mente y nuestras manos algo que no existía y que deleita nuestra mirada y la de nuestros congéneres, bien por su belleza, misterio, colorido, precisión, gesto, textura, tensión, ocurrencia,…

Alguien que sabe en qué consiste esto de pasarlo bien es Vicent Bal (vicentbal.be). Este belga es cineasta, con un reconocido palmarés en premios del séptimo arte, y también ilustrador. Desde el pasado mes de mayo publica en su cuenta de Instagram un dibujo hecho a partir de las sombras que proyectan objetos cotidianos. Sus ilustraciones son sencillas, directas, inteligentes. Reflejan su gran creatividad, su buen humor y su pasión por el cine. Me gusta la anécdota que refiere él sobre este trabajo, iniciado casi fortuitamente sobre unos folios en blanco, gracias a las sombras producidas por el sol. Todo el verano disfrutó de la presencia del astro Rey, que en un momento u otro le permitía rematar una faena. Pero llegó el otoño a Bélgica y nuestra estrella dejó de estar presente en el cielo, con días tan cortos y perennemente nublados. Cambiar a una bombilla no le fue fácil, pues como él mismo confiesa “la luz natural da mejores resultados”. Lo que queda claro es que la chispa de su mente no ha disminuido en absoluto con el cambio de estación. 










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