viernes, 19 de diciembre de 2014

+ Deberes +

Se acercan las fiestas, están a la vuelta de la esquina. Es un momento para reencontrarse con la familia, los amigos, comer, beber… Y también para visitar exposiciones. Por ejemplo, las que podéis contemplar en el Casal Solleric hasta el 6 de enero. Una de fotografía, Roland Fischer, y otra pictórica, Santiago Picatoste.

Fisher (Saabrücken, 1958) fue el primero en llevar el retrato fotográfico a un formato monumental. También sus instantáneas de arquitecturas han obtenido un amplio reconocimiento. Éstas son las que forman parte de la muestra de la planta noble del Solleric, con dos series tituladas "Catedrales y palacios" y "Nuevas arquitecturas". Os adjunto tres imágenes de la primera. En ellas el autor mimetiza mediante programas de edición fotográfica varias tomas del mismo lugar, creando una imagen que si bien recuerda al monumento en cuestión, posee una nueva dimensión, en cierto modo inquietante, como si fueran recuerdos solapados de la experiencia visual.

Desde el señorial patio del casal se accede al Área 1, donde podemos contemplar la exposición de Picatoste (Palma, 1971). La temática versa sobre la congelación del movimiento. Para ello el autor trabaja sobre unas grandes placas de metacrilato, que solidifican la actuación de tal forma que el trazo del artista permanece detenido, como atesorado en esa delgada piel que forma la capa pictórica. El color es un elemento básico de estas abstracciones y gracias a él la energía del gesto adquiere su máxima potencia. Observamos el reverso del trabajo, el espejo de lo que el artista realiza, y la superficie plástica, pulida, brillante, del transparente soporte le otorga a las obras un tono futurista.

Pasear por Palma iluminada y visitar exposiciones, además de alimentar el espíritu os ayudará a bajar el empacho de turrón. Felices fiestas!









- Semana 14 - Maria Antònia G.


- Semana 14 - Mercè A.


- Semana 14 - Mercedes L.


- Semana 14 - Montse


- Semana 14 - Natalia


- Semana 14 - Sebastiana


- Semana 14 - Titi


- Semana 14 - Ángel


- Semana 14 - Carmen


- Semana 14 - Cati


- Semana 14 - Elena


- Semana 14 - Elisabet S.


- Semana 14 - Eva


- Semana 14 - Flor


- Semana 14 - Gloria


- Semana 14 - Isabel


- Semana 14 - Julia


- Semana 14 - Maike


viernes, 12 de diciembre de 2014

+ Espacios ocultos +

En la actualidad hay fotógrafos cuyas instantáneas bordean el ámbito de la pintura, ya sea por la estética de sus creaciones (hablábamos en la semana 9 de los paisajes de José Luís López Moral) o porque en su obra este arte está presente de forma directa (como con Etienne Lavie, cuyos trabajos comentamos la semana 38 del pasado junio). La colección que mostraremos hoy podría incluirse en este último grupo, aunque la obra de José Manuel Ballester es tan variada y polifacética que no permite encasillamientos. Este autor nació en Madrid en 1960, licenciándose en Bellas Artes en la Complutense. Es a la vez pintor y fotógrafo y sus trabajos son conocidos a nivel internacional (poseen obras suyas reconocidas colecciones de arte en EEUU, Japón, China, Brasil…). En 1999 obtuvo el Premio Nacional de Grabado y en 2010 el de Fotografía. Os invito a conocerlo mejor visitando su web: www.josemanuelballester.com

La série que os presento se titula "espacios ocultos" y aunque parezca sorprendente consiste en fotografías de pinturas, a tamaño real (la más pequeña tiene apenas 50x50 cm. mientras que la mayor tiene casi 9 metros de longitud). Se trata de obras muy reconocidas de la tradición europea, pero no son simplemente reproducciones de los originales. Ballester pacientemente y mediante métodos digitales y manuales ha conseguido retirar todas las figuras que aparecen en los cuadros, dejando el espacio desnudo donde tenía lugar la acción. La arquitectura o el entorno que apenas se percibía antes pasa a ser protagonista. Pero no porque ese espacio tenga valor en sí mismo, pues en realidad su importancia se debe a lo que allí ha sucedido.

Repasando estos trabajos de Ballester me vino a la memoria un programa que vi en la televisión, de esos que ponen tan a menudo en antena y que únicamente sirven para matar el tiempo. En él una mujer, habiendo comprado recientemente una casa muy antigua (según ella del siglo XV), quería contratar a un buscador de fantasmas porque estaba convencida de que alguno debía haber. Puesto que en esa casa habían vivido personas a lo largo de tanto tiempo, su energía debía continuar presente… Y en las imágenes de Ballester lo que percibimos es eso, la energía de los personajes que ya no están allí: la venus ya cubierta con su manto se fue a dar un paseo; los reyes y las meninas se cansaron de posar y se marcharon a otra estancia de palacio; los fusilados del 2 de mayo fueron llevados con carretas al cementerio y enterrados; el pintor holandés hizo un parón en su trabajo para tomar un refrigerio; Jesús, prendido, ya estaba colgando en la cruz. Las figuras desaparecieron, pero su presencia sigue latente y viva en ese espacio.








- Semana 13 - Llorenç


- Semana 13 - Magdalena


- Semana 13 - Maria Antònia B.


- Semana 13 - Mercè A.


- Semana 13 - Natalia


- Semana 13 - Silvana


- Semana 13 - Aina


- Semana 13 - Andreu


- Semana 13 - Ángel


- Semana 13 - Ángeles


- Semana 13 - Cati


- Semana 13 - Claudia


- Semana 13 - Eva


- Semana 13 - Gloria


- Semana 13 - Julia


viernes, 5 de diciembre de 2014

+ Arte en piedra +

Al trabajar en el mundo de la pintura nuestro ojo artístico poco a poco se va desarrollando y es capaz de descubrir grandes obras en los lugares más insospechados: una pared envejecida del barrio de la Calatrava donde el enlucido se desprende y nos permite ver los revocos de tiempos inmemoriales; la puerta de la casa del pueblo donde la madera lucha a diario contra el sol y la lluvia; los posos del café que hemos saboreado después de comer formando dibujos caprichosos en el fondo de la taza… La vida está repleta de detalles henchidos de riqueza y matices que luego luchamos por llevar a nuestros cuadros.

Recientemente estuve en casa de un familiar en la marina de Llucmajor. Es una zona de mucha roca y poca tierra, donde los payeses tuvieron que desplegar todo su talento e inteligencia para poder sobrevivir, obteniendo agua y alimento de un entorno hostil. Pudimos recorrer los distintos ingenios que habían creado para conservar el líquido vital, producir materias primas como cal y carbón, hacer parir a la tierra algo que llevarse a la boca y transformarlo con hornos y molinos. Si hay alguna cosa que sobra allí son piedras, y los habitantes aprendieron a utilizar este superávit para realizar construcciones extraordinarias que el paso de los años estaba haciendo desaparecer. Ahora pacientemente las están recuperando. Viendo los márgenes reconstruidos, metros y metros de muros, kilómetros de pared seca, me sentí ante una obra de "Land Art". El duro mineral adquiría unos patrones elegantes, rítmicos, armónicos. La materia tosca, burda, era ordenada y perfilada para mostrar todo su potencial dentro de la más pura sencillez. Sabiduría del pasado latía a cada paso, ordenando el territorio con un plan preciso, práctico y a la vez estético, cual un escultor que empleara todo el paisaje para su trabajo. Arte y naturaleza  en un perfecto abrazo.








- Semana 12 - Àngel