viernes, 5 de febrero de 2016

+ Bodypainting +

En el taller habitualmente pintamos sobre lienzo o sobre papel. También utilizamos otros soportes como cartón, madera, metal e incluso plástico. La superficie donde aplicar el color condiciona mucho la forma de trabajar. No es lo mismo una base porosa, que se come la pintura de lo lindo, que una lisa. No es igual pintar sobre luminoso blanco que sobre un color. Un fondo texturado provoca un efecto visual muy diverso de uno fino y suave. Sin embargo, estos soportes tienen una característica común: todos son inertes.

¿Y si probásemos a pintar sobre algo vivo, como nuestro cuerpo? A más de un artista le han tentado la carne y sus curvas. A veces vosotros mismos utilizáis las manos en vez del pincel, y yo os llamo la atención. Porque la piel lo absorbe todo, es como una esponja. Y nuestros colores no están pensados para ser empleados como crema de manos. Los pigmentos que se aplican sobre la piel deben ser respetuosos con ella y con la química corporal.

John Poppleton es un fotógrafo norteamericano especializado en bodas y celebraciones. De hecho ha ganado diversos premios en este tipo de reportajes. Se inició en el bodypainting por casualidad, a raíz del encargo de un cliente que le pidió doce imágenes para un calendario. Él cuenta que en una noche de insomnio en la habitación de un hotel le vino la inspiración para usar la luz negra sobre un cuerpo de mujer. Ahí comenzó una aventura con la que ha conseguido la fama. El trabajo consiste en utilizar pigmentos fluorescentes sobre la espalda de sus modelos. De este modo crea panoramas irreales y fantasmagóricos que más parecen montajes digitales que fruto del pincel del autor. Una vez plasmado el paisaje, saca una foto del resultado como las que os adjunto más abajo.

¿Os habéis parado alguna vez a pensar lo que supone pintar sobre una espalda humana? Para empezar hay que hacerlo rápido, no puedes dejar al soporte en un rincón como hacemos en el taller, y volver mañana o después de tomar café. Poppleton relata que como máximo tarda tres horas y media en rematar la tarea. Además, tienes que moderar tu energía porque la superficie es sensible. Olvídate de la espátula. Incluso los pinceles de cerda creo que no serían adecuados. Habrá que utilizar pinceles sintéticos, suaves y amables, y trabajar sin parar pero sin apretar. La modelo sentirá tus toques húmedos de pintura, como si un masaje sutil acariciara la espalda en un ir y venir incesante y agradable. Ciertamente, no me negaría a ser lienzo vivo aunque comprendo que con la silueta de una hermosa joven no puedo competir.

No dejéis de ver el video de uno de sus trabajos, que comprime varias horas de masaje en unos pocos minutos:

https://www.youtube.com/watch?v=U6eNGiC7CFQ










No hay comentarios:

Publicar un comentario