viernes, 19 de febrero de 2016

+ Rostros_3 +

El rostro como algo físico, corporal, era el enfoque de Mike Dargas del que hablábamos la semana pasada. Sin embargo, uno de los motivos por los que nos gusta tanto retratar la faz es porque parece que leemos la mente a través de los rasgos de la cara. Los actores consiguen hacernos creer que viven pensamientos y emociones que en realidad no les pertenecen, pero la mayoría de nosotros somos un libro abierto. Intentamos esconder nuestras reflexiones sobre los demás, sobre nuestros intereses, sobre la vida, pero nuestra mirada nos delata.

Hiki-komorii (hiki-komorii.tumblr.com) busca representar en su trabajo precisamente este hálito fugaz del cerebro que es el pensamiento. Para ello utiliza la técnica fotográfica de la doble exposición. Algo que nos pasó a muchos sin buscarlo, cuando todavía funcionaban los carretes. Después de tomar una foto la bobina no giró y la siguiente instantánea se sobrepuso a la que ya había negativado la película,  sumándose así las imágenes. Este proceso azaroso producía a veces efectos muy interesantes, que komorii obtiene mediante el ordenador. Esta herramienta le permite controlar el punto y tamaño de fusión de las figuras, obteniendo retratos exquisitos. Sus rostros introspectivos, con pensamientos hechos visibles, son de gran emotividad y tienen un marcado carácter pictórico.

También nos llevan a pensar cómo nuestro mundo, la realidad que vivimos, es una mera construcción mental. El relato que nuestra mente nos cuenta una y otra vez provoca emociones en nuestro corazón que refuerzan la objetividad de su narración. Todo es fábula. Como el mismo komorii. Cautivado por sus imágenes quise conocer más sobre el autor, pero las pistas se escabullían. Su web no cuenta nada de sí mismo. Los artículos sobre él tampoco. El facebook da algunas pistas, pero es en crated.com, página para comprar originales suyos, donde se desnuda. Allí nos cuenta que nació en 1979 en Marsella, donde creció rodeado de pintores, fotógrafos y músicos. El dibujo no era lo suyo así que utilizó el collage como medio de expresión, partiendo de fuentes fotográficas. Recientemente, un brusco cambio en su vida hizo que tuviera que empezar todo de nuevo, en otra ciudad, solo, enfrentado a una nueva fase de su vida y de su trabajo. Para estas nuevas imágenes eligió el término de Hiki-komorii que en japonés significa retiro de la sociedad, pues reflejaba fielmente su nueva situación. ¡Y yo que imaginaba un autor oriental de ojos rasgados detrás de la cámara, buscando el rastro del sonido “om” en la mente de los retratados! Todo es fábula, todo es relato, todo es creación de la mente.








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