viernes, 25 de septiembre de 2020

+ Cosas que vi este verano I +

 Me gusta a principio del curso contaros algunas de las cosas que vi este verano y que me sorprendieron o inspiraron. Pero lo cierto es que ha sido un verano atípico. A principio de julio estuve caminando hacia Santiago. Este año recorrimos las etapas desde Oviedo hasta Ribadeo (así que ya hemos entrado en Galicia, el final se acerca). Hicimos gran parte de la costa asturiana, que es salvaje y virgen en su mayoría. No hubo museos, ni exposiciones, y apenas vimos grafitis, pero tuvimos una sensación de libertad extraordinaria. Algún pequeño detalle sí encontramos, como este anexo completamente cubierto de colores. Seguro que en esta casa hay niños. Aunque la mente que ha dirigido este paisaje es adulta, ha querido alegrar a los pequeños de la casa. Representa la región que estábamos cruzando, con sus montañas al fondo, sus prados llenos de vacas y mariposas y su mar al final del acantilado, con faro y todo. No falta detalle, y me encanta el hecho de que está perfectamente circunscrito a la arquitectura excepto en la zona del mar, donde las olas que arrastran medusas y calamares cruzan el límite del muro y siguen más allá. El mar, siempre bravo e incontenible, y qué diremos del Cantábrico.






¿Qué hay en el centro de todo este panorama multicolor, rodeado de aviones y perros, casas y flores, estrellas, barcos, pulpos y árboles? Sabe más de lo que parece el artista que ha diseñado todo esto, pues en el centro me ha puesto a mi.

Bueno, a mi o a ti, o a él, o a ella. Cada uno somos el centro de nuestro mundo, y todo rueda a nuestro derredor. El universo tiene sentido en referencia a nosotros, que lo experimentamos, y damos sentido a la construcción que hacemos de lo que vivimos. Somos el centro del mundo. Al menos del nuestro.


- Semana 1 - Gloria B.

 


- Semana 1 - Jovi

 


- Semana 1 - Maria Antònia

 


- Semana 1 - Marta

 


- Semana 1 - Carlota