viernes, 26 de junio de 2020

+ Un verano en el bosque +

Uno de los libros que llegó durante estos meses pasados fue “A bigger picture”, de David Hockney. Hay un documental en youtube que narra esta última etapa de la obra del artista vivo más cotizado. Este es el periodo que refleja el libro. Hockney ya es mayor. Aunque inglés de nacimiento, pasó la mayor parte de su vida en California, desde donde consiguió fama y reconocimiento mundial. Pero al envejecer, él mismo lo cuenta en el video, comprobó como poco a poco se iba quedando solo; unos amigos fallecían, otros marchaban lejos, con otros perdió el contacto…

Y sintió nostalgia de su tierra, de su familia, de su hermana todavía viva. Hizo los bártulos y regresó a su Yorkshire natal. Entonces, ese cambio de residencia provocó una metamorfosis en su obra artística. Empezó a pintar paisaje, algo que había hecho antes, pero no con dedicación. Ahora las colinas, los árboles, las nubes, todo le sugería pintura. De estos últimos años ha salido una larga producción de panorámicas de las que el gran libro que os refiero da cuenta. Pinturas con un sello único, el de Hockney, reconocible a primera vista.

El mes de junio ha avanzado poco a poco, pero inexorable. El verano ha reclamado su primacía, y nuestra querida musa de la pintura nos abandona. Se va a pasar los calores estivales al libro de Hockney. Allí podrá amanecer en un frondoso bosque, comer junto a un trigal, hacer la siesta en un prado, ver el atardecer entre montañas de color fúxia y dormir bajo estrellas de un dorado fulgurante. Qué mas se puede pedir. Nosotros, pobres mortales, no podemos meternos en un libro aunque lo desearíamos, y olvidar así problemas y trasiegos. Tendremos que buscar bosques y playas de verdad, pero seguro que nuestra paleta de colores será tan envidiable como la suya. Volverán las frescas brisas de septiembre, regresará la musa de nuevo al taller y nosotros detrás, con o sin mascarilla, quién sabe. Mientras tanto, feliz verano!




- Semana 32 - Gladys


- Semana 32 - Gloria B.


- Semana 32 - Isabel F.


- Semana 32 - Joan


- Semana 32 - Joana


- Semana 32 - Maike



- Semana 32 - Marta


- Semana 32 - Pilar


viernes, 19 de junio de 2020

+ ¿Existe la casualidad? +

El pasado martes hablábamos animadamente en el taller sobre la etapa de reclusión, la evolución de la pandemia, el extraño verano que se avecina... Vaya, temas comunes en las conversaciones de ahora. Entonces Jovi cayó en la cuenta de que nuestra amiga Ángeles, compañera del taller, estaba dando la vuelta al mundo cuando nos aislamos en casa ¿Dónde estará ahora?¿Habrá hecho confinamiento?¿Alguien tiene noticias de ella? Lo último que sabíamos era que estaba en Australia, pero hacía tanto tiempo… Yo afirmé: “esta noche cuando acabe el taller le escribo un wasap y le pregunto cómo y dónde está”. Fácil de decir, difícil de cumplir. Cuando subí a casa me olvidé completamente del asunto.

El miércoles por la mañana, al levantarme de la cama, miré el móvil y me quedé estupefacto.

Ángeles había enviado un wasap a las 4,35 h. de la madrugada hora española (debía ser tiempo de irse a la cama en el otro lado del mundo) contestando a nuestras preguntas. Seguía en Australia. Había vivido en clausura, pero allí el encierro fue ligero, y podía pasear a diario por un entorno lleno de canguros. Ahora, terminada la cuarentena, estaba de nuevo en ruta.

¿Casualidad? ¿Transmisión de pensamiento? ¿Tan lejos? ¡Qué se yo!

También envió unas fotos del último museo que había visitado. Me escribía que eran tres cuadros que le llamaron la atención, sin ninguna conexión. Por eso ella hoy es la protagonista de este blog. Seguramente no se daba cuenta, pero nos hablaba del confinamiento con imágenes. La primera, un precioso interior victoriano, con su niña aburrida y su ventana con vistas. La segunda, otro interior, esta vez moderno, con sus mesas y aparadores, un objeto que asemeja un piano y una ventana. El tercero, un espacio cerrado en estilo aborigen, lleno de simbologías extrañas; el mundo que rodea al óvalo parece querer invadirlo, devorarlo, pero dentro el cosmos ordenado aparece protector. Ángeles, ¿las imágenes no tienen nada en común?

Ahora, por fin libres (ella y nosotros), le deseamos otra vez ¡buen viaje!






- Semana 31 - Gloria B.


- Semana 31 - Greta


- Semana 31 - Jovi


- Semana 31 - Nora


- Semana 31 - Carlota


viernes, 12 de junio de 2020

+ La nueva normalidad +

Estamos de nuevo aquí, encarando el último mes de taller antes del verano. Junio ya es tiempo de playa, sobre todo para nosotros que vivimos junto al mar. Por eso hoy acompaño el blog con las obras de Eduardo Query. Nacido en Chipiona, Cádiz, en 1984, estudió Grabado y Técnicas de Estampación en la Escuela de Arte de Cádiz, y posteriormente Bellas Artes en la Universidad de Málaga. Ha expuesto su trabajo en numerosas salas del territorio nacional, tanto individual como colectivamente. Sus cuadros son collages de diferentes maderas y otros elementos, combinadas con grafito. El artista en su trabajo integra los materiales con tanta naturalidad, que desde lejos parece que ves una pintura realizada mediante pincel. Pero, al acercarte, la veta de la madera y los tintes de las superficies revelan el ingenio del artista.

Query plasma con esta técnica tan especial los paisajes costeros del sur español, buscando sus momentos de silencio, de ausencia de público. Porque, en sus propias palabras, quiere transmitir una serenidad que sea sanadora. Por eso refleja “lugares apacibles donde tener todo lo que necesitas, lo que amas y lo que te gustaría ver cada día cerca de ti”.

Yo pensé que esta sería la “nueva normalidad” de la que tanto hablan. Playas con muy poca gente, porque los millones de turistas que pisan cada año nuestra tierra de momento no han llegado, y quién sabe si lo harán. Pero después hablas con uno y con otro, lees el periódico, y resulta que las zonas vírgenes de la isla están abarrotadas. Tan llenas de gente que algunas se han tenido que cerrar ¿Cómo es eso posible? Resulta que a todos los mallorquines se les ha ocurrido la misma idea: disfrutar de las playas idílicas de nuestra costa y que hace años no visitan por estar llenas de gente. Cala Mondragó, Es Trenc, Cala Varques, Cala Agulla… Y para allá que se han ido todos en tropel. Tantos a la vez que no caben. Yo estuve este domingo en la playa del Puerto de Pollença, justo al acabar el muelle, delante de toda la muralla de hoteles. Allí no había nadie. Nos bañamos prácticamente solos. Todos los hoteles cerrados. Los bares cerrados. Los restaurantes cerrados. Sólo había un souvenir abierto, que seguramente lo único que vendió durante el día fue el helado prefabricado que le compramos. Eso sí, el agua limpia y cristalina pues no había bañistas, ni lanchas surcando el mar. Luego un socorrista que había a lo lejos nos recomendó utilizar sandalias de plástico para entrar en el agua. Porque tanto silencio y tranquilidad durante meses había provocado que el “pez araña”, común en nuestros mares y de una picadura muy dolorosa, hubiera perdido el miedo de nadar incluso en la orilla de la playa. Varios bañistas habían probado el impacto de su aguijón.

Así que ya lo sabéis. En la “nueva normalidad” las playas que refleja Eduardo Query siguen saturadas de gente. Y las que tienen una muralla de hoteles detrás están limpias y vacías. Mientras, la gente se baña con sandalias de plástico, por lo que pudiera ser…










- Semana 30 - Ana


- Semana 30 - Geni


- Semana 30 - Gloria B.


- Semana 30 - Greta


- Semana 30 - Isabel