viernes, 29 de abril de 2016

+ Mundos virtuales +

Habiendo leído la última entrada de Araujo y sus geometrías, una buena amiga, inglesa por más señas, me envió la web de un pintor familiar suyo (www.iphiz.com). Se trata de John Fisher, y también busca la perfección de la gráfica en su trabajo. No podemos saber mucho de él por lo que explica en su biografía. Sólo que en su vida siempre ha habido dos cosas que le han intrigado, la geometría y la ilusión. Estos son los puntos de partida de su quehacer. Y el color es el elemento que utiliza para incrementar el valor emotivo de las obras.

Ciertamente, el trabajo de Fisher es metódico, limpio, sutil. De una precisión que esconde por completo la intervención de la mano del artista, inventa un cosmos tridimensional sobre el soporte plano. Las matemáticas engañan a nuestro cerebro y nos hacen ver lo que no hay: volúmenes, planos, profundidad. Sus esferas simulan mundos perfectos, elegantes y de colores intensos. Universos al fin y al cabo, imaginarios, pues el nuestro es puro caos. Deseamos que todo transcurra como en sus cuadros, cada punto en su sitio, cada color en su estado, limpio y perfecto. Pero sin darnos cuenta el polvo se nos cuela por las ventanas, le salen canas a nuestra melena y la taza se rompe al meterla en el lavavajillas. Por eso la imagen que más expresa el contraste de la geometría concebida por el cerebro y la propia vida, es la última: el cuadro concluido en el estudio de Fisher. Gris y malva inmaculado sobre un caos de libros sin ordenar, cables, papeles, objetos de todo tipo y un mar de tubos de color en pleno oleaje, a punto de desbordar la orilla de la mesa que los contiene. Nuestras nítidas ideas acaban chocando con la realidad, incontrolable, anárquica, desconcertante, y sucumben a ella; la ilusión dura sólo el instante de contemplar el cuadro.











- Semana 31 - Coloma M.


- Semana 31 - Ester


- Semana 31 - Eva


- Semana 31 - Gloria


- Semana 31 - Isabel D.


- Semana 31 - Joana


- Semana 31 - Llorenç


- Semana 31 - Magdalena


- Semana 31 - Maike


- Semana 31 - Maria Antònia


- Semana 31 - Natalia


- Semana 31 - Núria


- Semana 31 - Paula


- Semana 31 - Pilar


- Semana 31 - Sebastiana


- Semana 31 - Titi


- Semana 31 - Tutes


- Semana 31 - Ángel


- Semana 31 - Anne-Sofie


- Semana 31 - Bárbara


- Semana 31 - Bel


- Semana 31 - Coloma C.


viernes, 22 de abril de 2016

+ Matemáticas con pincel +

Seguimos hoy escribiendo para artistas que viven en pisos de 50 m2, como son tan habituales ahora, y no quieren convertir la habitación de los invitados en un almacén de cuadros que impida cualquier visita más allá de las 11 de la noche. Hemos hablado de propuestas que caben en un cajón del escritorio (consiguiendo reducir el tamaño y el grueso de los soportes). Pero hay otra solución mucho más sibilina. Consiste en aumentar el tiempo de trabajo. Porque, no nos engañemos, en este mundo acelerado los artistas compartimos el ritmo de nuestros congéneres. Comemos con premura, viajamos a gran velocidad, escribimos telegráficamente, amamos rápido y poco porque estamos muy cansados de tanto ajetreo. Y pintamos un cuadro en una tarde, pues la actividad artística no se sustrae a este frenesí. Claro, a un cuadro por día salen siete por semana, treinta y uno por mes, cientos al año… No hay trastero que asuma este ritmo.

¿Y si cada cuadro fuera fruto de una labor paciente y aplicada? Como la de la naturaleza, que para llegar del reptil al mono, y al homo (sapiens) ha tardado tanto tiempo que tenemos que medirlo en millones de años… Por eso los objetos que fabrica son tan hermosos, porque los ha creado después de un sin fin de pruebas y ensayos. Y siguiendo un patrón oculto y sutil, el matemático.

Cuenta Rafael Araujo (rafael-araujo.com) que de pequeño, allí en Caracas, no le gustaban las matemáticas, porque eran los únicos libros de texto que no estaban ilustrados. Los manuales eran unos aburridos borrones en blanco y negro, plagados de números y letras, sin posibilidad de colorear. Luego, de mayor, estudió arquitectura. Muy pronto comenzó su pasión por convertir la matemática en pintura. Veía espirales por todas partes, y por eso profundizó en el cálculo y la geometría. Araujo representa en sus obras mariposas, figuras geométricas y conchas marinas. De estas últimas os adjunto alguna muestra. Son obras realizadas a mano, aunque hoy en día muchos de sus cálculos podrían ejecutarse con programas de ordenador. Él no se deja seducir por los bits electrónicos, sino que utiliza el lápiz, una regla, escuadra y cartabón, compás, una antigua mesa de dibujo, algo de acuarela o acrílico y mucha paciencia. Linea tras linea, curva sobre espiral, va dando paso a un universo íntimo y misterioso, místico, nacido de la dedicación lenta y precisa. Como la naturaleza lo hace. Como se hacen todas las cosas que merecen la pena, despacio.










- Semana 30 - Aina


- Semana 30 - Ángel


- Semana 30 - Anne-Sofie


- Semana 30 - Bárbara


- Semana 30 - Carmen


- Semana 30 - Cati


- Semana 30 - Clara


- Semana 30 - Coloma C.


- Semana 30 - Eva


- Semana 30 - Flor


- Semana 30 - Magdalena


- Semana 30 - Montse


- Semana 30 - Natalia