viernes, 15 de junio de 2012

+ El jardín en la puerta

Las ideas son como la gripe, muy contagiosas. Así que en la calle Jardín Botánico de Palma no sólo hay una puerta decorada sino dos. En esta compañera luce el sol, elemento imprescindible para que la vida fluya. Sin él las hojas se mustian, las flores no nacen y la alegría se esfuma.

La delicadeza y elaboración de los motivos es sorprendente y habla de un artista amante de los detalles, del trabajo bien hecho, sin prisa y con dedicación. Los puntos se unen a los óvalos, juegan entre las cruces y se curvan formando esferas. La superposición de formas y colores es equilibrada en el caos, elegante, perfecta.

Qué suerte cuando te reciben en casa con un ramo que no se marchita. En este hogar siempre es primavera. ¡Cómo me gusta pasar por delante de tu puerta!




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