viernes, 29 de junio de 2012

+ Nuestra musa se va de vacaciones


Como sabéis, el taller está situado en los bajos de una casa barroca, aunque algunas partes de su estructura revelan que su orígen se remonta a la edad media. En esa época la gente vivía de puertas adentro. Las calles eran estrechas y tortuosas pero los patios se abrían amplios y luminosos. En ellos el rojo de los geráneos todavía juega con el amarillo de los limones y el ocre del marés.

Nuestro jardín está presidido por una personalidad insigne. Con su pose elegante, magestuosa, realiza una ofrenda a los dioses del arte para que nos sean propicios. Es nuestra musa particular. Ella se encarga de velar para que nuestra paleta no se ensucie y muestre los mejores tonos. Para que la línea sea valiente y decidida, se module y exprese nuestro sentir. Para que el trabajo nos salga de dentro y exprese nuestro más profundo yo. Gracias a su inspiración las horas en el taller pasan volando.

Pero, ah! Llegaron los calores y a nuestra querida musa le han entrado ganas de ir a la playa. Ganas de ver los modelos en vivo, no sólo en los libros. Ganas de ver los turquesas en el mar, no sólo en nuestra paleta. Y sin su inspiración, ¿qué vamos a hacer? Seguirla hacia orillas más frescas. 

Así que nos despedimos de todos vosotros por un tiempo, que pasará muy rápido, como siempre. Ya que ahora la musa está junto al mar, no dejéis de llevar los bártulos para allá que seguro salen mejor los motivos sintiendo su brisa en los pinceles. Le damos hasta el 4 de septiembre para que vuelva. Seguro que para entonces ya nos hecha de menos y decide presidir el jardín y el taller de nuevo. Hasta entonces, feliz verano!



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