viernes, 20 de octubre de 2017

+ Más madera +

La anterior semana disfrutábamos contemplando las xilografías de Lars Erik Larsen, y hoy seguimos con una artista que utiliza la madera en su proceso creativo. Pero si en las xilografías de Larsen sólo se intuía el material debido a los rastros del buril perceptibles al entintar, con Martina Billi la apreciamos en toda su plenitud. Muchas veces os he recalcado en el taller que no tiene sentido pintar sobre madera si no hacemos presente el soporte de algún modo. Esto es así porque el lienzo es muchísimo más práctico que la madera… Tan pesada frente a la tela,  incómoda de transportar, aparatosa, cara. Sólo debemos emplearla si hay un motivo por el que valga la pena. Puede ser porque queremos un soporte que podamos tratar con agresividad, rascándolo, rayándolo, quemándolo, lijándolo, etc. O bien porque buscamos una base sólida para dibujar con el lápiz (u otro instrumento) sobre ella sin miedo a presionar con fuerza. O bien para que se vea la elegante veta que la ennoblece.

Este es el motivo por el que Billi la utiliza. Esta artista nació en Florencia en 1984, y allí se licenció en Bellas Artes. Como ella misma explica en su web (martinabilli.com), trabaja como ilustradora freelance en  Barcelona, Granada, Amsterdam y Madrid. Las técnicas que utiliza son variadas, según el efecto que pretende conseguir: tinta china, bolígrafo, pirograbado y serigrafía. Lo cierto es que sus fieras se integran en el soporte a las mil maravillas. Viven perfectamente en ese sólido ambiente, de vetas que atraviesan sus cuerpos como un tatuaje. Luego, según el entorno, puedes imaginar que son ondas del mar, curvas en la arena, niebla suave que se hace jirones. Los animales salvajes se vuelven cercanos, conocidos. Aunque los trazos del dibujo están siempre presentes, es una fauna llena de vida y sus miradas destilan profundidad. Todo un zoológico al alcance del bolígrafo.










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