viernes, 6 de abril de 2018

+ Jugando dentro del cuadro +


Muchas veces hablamos en este blog del arte urbano. Tiene por una parte un cariz subversivo, de ruptura con los canales tradicionales de distribución del fenómeno artístico, y también como medio de comunicación público de mensajes de protesta. Pero por otro lado también busca compartir la capacidad artística con todos los demás, en una corriente de democratización creativa que sería imposible en una época anterior. Sí, es cierto que en otros tiempos el poder hacía gala de su posición con arte público, al alcance de la gente de la calle. Pero era más una afirmación de estatus y un acto de propaganda que el deseo de compartir la creatividad con todos los demás. El graffiti es hijo de un mundo donde los límites de clase y culturales se diluyen.

El arte urbano suele reproducir esquemas del arte tradicional, con imágenes verticales enmarcadas en un espacio como estaría un cuadro situado en una pared exterior. Sin embargo, hay artistas que son capaces de ir todavía más allá del programa habitual. Por ejemplo, ¿y si en vez de ver el cuadro de frente viviéramos dentro de él? Bueno, dentro es difícil, a no ser que estemos en una película de Harry Potter. Pero encima sí se puede. Qué espectacular la imagen tomada por un dron del campo de baloncesto en Kinloch Park, Missouri, EEUU. A continuación una foto a pie de calle. Si el partido está siendo aburrido, nuestros ojos bajan al suelo y ¡se acabó el tedio!

Pintado por William LaChance (williamlachance.com), su arte bebe del diseño gráfico y textil, la moda, y la propia naturaleza. En este trabajo se ha puesto al servicio de la organización “Project Backboard” (projectbackboard.org) cuyo objetivo es renovar canchas públicas de baloncesto, e instalar obras de arte a gran escala para fortalecer las comunidades e inspirar el juego multigeneracional. Según el ideario que aparece en su web: “El baloncesto es el deporte recreativo más popular en los Estados Unidos… Convertir las canchas de baloncesto de un parque público en obras de arte únicas aumenta el uso del parque, mejora la seguridad del espacio e inspira la interacción social entre amigos, familiares, vecinos y extraños, al tiempo que apoya el crecimiento personal y el desarrollo de habilidades”. 

Este mural de LaChance que adorna las canchas de baloncesto de Kinloch Park fue premiado como el mejor diseño de cancha de baloncesto del mundo por Architectural Digest, ¡quién pudiera echar allí unos regates!








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