viernes, 20 de abril de 2018

+ Lápices de colores +


A menudo en el taller, cuando cogemos los pinceles, el lápiz queda guardado en el baúl de los recuerdos. Parece que el color, con toda su riqueza de tonos, texturas y matices, empequeñece al grafito hasta volverlo marginal.

Pero las posibilidades del lápiz son enormes, aunque eso sí, exige paciencia y dedicación. Para demostrarlo os adjunto estos trabajos de Eduardo Palacios (eduardopalacios.es). Nacido en 1974 en Logroño, estudió Bellas Artes y su trayectoria está muy vinculada al hiperrealismo. Aquí vemos como incluso este medio acepta el toque heterodoxo de color. Parece que el blanco y negro del lápiz no debería ser violado, su sacralidad anula cualquier otra salida. Pero no, no es así. En estos dibujos de Palacios vemos virtuosismo, pero también espíritu juguetón. Allí un rojo, aquí un azul, un siena, o un amarillo, que los lápices ¡también son de colores!







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