jueves, 23 de mayo de 2019

+ Bendita primavera +

Dicen algunos sabios que la flor es el símbolo de la iluminación espiritual, en una planta. Del marrón y verde vulgares salen miles de colores sutiles; de esa materia dura y leñosa aparecen texturas tan delicadas y hermosas; de la nada surge un perfume que nos embriaga a todos. La flor es la gran metamorfosis de la materia, es magia en estado puro. Leía no hace mucho una reflexión sobre el sinsentido de las flores. Estamos tan acostumbrados a ellas que nos parecen lo más natural del mundo. Pero las plantas al principio no las tenían. De hecho, tardaron millones de años de evolución en concebir estos elementos, que en realidad significan la aparición del sexo en el mundo vegetal, y la necesidad de la polinización. Y cuando nacieron las primeras flores, qué absurdo. Quién pensaría que pudiera emerger algo tan puro y delicado de unos simples tallos. Pues bien, así también somos nosotros. Seres pensantes y sobre todo parlantes; con dos cejas, una nariz y dos manos, pero a menudo capaces de materializar cosas excepcionales, que nadie imaginaría pudieran salir de estas cabezas arrugadas y pelonas. Sí, así de sorprendente, como en las plantas.

Por eso me gustan los artistas que celebran las flores y la primavera. Como Louise Jones. Descendiente de emigrantes chinos, nació y se crió en Los Ángeles. Se la conoce como Ouizi y ahora vive y trabaja en Detroit (www.louisechen.com). Pero podemos ver sus jardines pintados por todo Estados Unidos, en museos y plazas públicas, y mucho más lejos también. Su estilo está muy influenciado por sus orígenes orientales y las técnicas de reproducción gráfica, con las que ha trabajado a lo largo de su carrera. Cada pared es un reto para Ouzi y una propuesta diferente, pero en todas el color es el protagonista. A continuación os dejo algunos de sus bouquets, deseando que la fragancia os inspire, y en esta primavera iluminada, ideas extraordinarias se materialicen con vuestras manos.









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