viernes, 19 de enero de 2018

+ Retratos a lo grande +

Empezamos el año con sencillez, en un pueblo de Almería, con imágenes de gente anónima, de aquella que bebe su sabiduría de la tierra y de la experiencia. Hoy, por contrastar, nos vamos al otro extremo: una gran ciudad, con sus prisas y sus volúmenes vanidosos, y retratos de gente famosa. Recuerdo que cuando estudiaba en la facultad tenía un profesor que nos decía “todos los sellos son bonitos”. Y es cierto, porque las miniaturas tienen un encanto por sí mismas, un universo de detalles y sugerencias recogido en unos pocos centímetros. Pero en los formatos grandes es donde uno se la juega. Para empezar por un motivo práctico, si no queda bien tienes un voluminoso engendro dando vueltas por la casa o por el taller. Pero sobre todo porque en las grandes superficies no hay engaño o simulación, todos los errores y defectos se hacen evidentes.

El retrato del que os quería hablar es del cantante Leonard Cohen. Este gigantesco graffiti se ha realizado en Montreal, ciudad donde nació Cohen en 1934, con el patrocinio del MU, organización dedicada a convertir esta ciudad canadiense en un museo al aire libre. La existencia de una sociedad con estos objetivos es ya de por sí sorprendente, pero esto debería ser el tema de otro día… El encargo de esta monumental pintura se debe a celebrarse el primer aniversario de la muerte del músico. Y ha sido realizada por Miles McGregor, oriundo de Los Ángeles, conocido con el pseudónimo El Mac (@mac_arte). Es un artista, como podemos comprobar, sin miedo a los retos. El resultado, acertado: al utilizar colores tierras y ocres hace que la imagen aparezca amable, integrada en el entorno, sin estridencias, un recuerdo cariñoso de alguien que ya no está. (Foto @olivier_b)




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