Qué dulce y rápido pasa el verano. Ya estamos aquí de nuevo, pero no somos los mismos. Nuestros ojos impresionados por tantas imágenes, nuestras neuronas transmitiendo proyectos frescos, nuestras manos impacientes por llevarlos a cabo.
No es obligatorio salir de la isla, pues agosto es perfecto para ir a la playa, pero porqué no cruzar el charco, hay tantas cosas que descubrir. Yo estuve unos días en Budapest. De allí os traigo esta propuesta que encontré en uno de los parques más visitados de la ciudad, el que culmina con la estatua de la libertad de la colina Gellért.
Se trata de “BudapesTransitions”. Una exposición al aire libre promovida por el Ayuntamiento de la ciudad. El consistorio invitó a cuatro ilustradores locales a tomar instantáneas de los sitios más conocidos de la urbe, para intervenir sobre ellas. La idea que mueve el proyecto es que la ciudad de Budapest está en constante cambio, siempre en evolución, y este hecho es el que se refleja en las obras.
Me gustó la idea detrás de la propuesta. No sólo porque busca reflejar el dinamismo de una ciudad cosmopolita. También porque hace patente que lo que vemos nunca es realmente lo que existe. Nuestra visión de las cosas queda siempre teñida por nuestros conocimientos, prejuicios, intereses, valores… Cada uno ve la ciudad a su manera, por eso cada persona busca en ella lo que le interesa, y de toda la gama de estímulos que recibe procesa sólo los que empatizan con él. Así estos artistas, cada cual ha elegido un lugar emblemático, pero según su forma de percibir lo ha hecho evolucionar hacia una nueva realidad propia, la ciudad que su mente proyecta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario