No hace mucho os contaba de una exposición que vi en Oviedo sobre José Guerrero y Esteban Vicente. Ahora, en Palma, podéis contemplar una muestra del primero, en la Fundación March de la calle San Miguel. Es una de esas exposiciones que no deberíamos perdernos y está situada aquí, muy cerca del taller. El museo luce recién renovado, y la colección permanente es de gran calidad. Además, esta temporal reúne un montón de piezas estupendas del maestro Granadino. Hay dos tipos de obras. Unas son campos de color elaborados en diferentes tiempos, con veladuras, transparencias, y gran intensidad cromática. Otras son trabajos de un momento, llenos de vitalidad. Obras espontáneas que se realizaron en un breve período creativo, muy inspiradoras. Es útil trabajar de vez en cuando en estas sesiones rápidas. Siempre salen muchos trabajos de regular calidad y también algunos muy buenos. Después, transcurridas unas semanas, cuando recuperamos la objetividad que da el paso del tiempo, revisamos los resultados tranquilamente, y conservamos sólo los valiosos.
Dice el refrán que el hábito no hace al monje, pero ayuda. Los cuadros también tienen su hábito, el marco. Y en la exposición de Guerrero hay una colección de trajes espléndidos. Siguiendo el símil religioso, tenemos hábitos de todas las cofradías: la clásica, la minimalista, la ostentosa, la modernilla, la discreta, la portentosa. Y qué bien vestidos quedan estos trabajos. No podemos despreciar el poder del hábito. Baste imaginar una visita a la exposición y ver las mismas obras sin ningún envoltorio, ni cristal; cómo se empobrecería. El marco le está confirmando al espectador el valor de su contenido. Y al igual que ocurre con la ropa, no toda nos favorece, ni combina bien cualquier prenda con otra. El trabajo de saber elegir sabiamente lo que realza la belleza del fondo es importante. Así pues, como si de un pase de modelos se tratara, os haré desfilar unos cuantos ejemplos en la pasarela de este blog.
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