viernes, 2 de mayo de 2014

+ Alfa +

Pintar es un placer en sí mismo. Cuando cogemos el lápiz o el pincel entramos en trance. La noción del tiempo desaparece, los problemas que nos ocupaban la mente se esfuman y sólo queda la conciencia del trabajo que está sucediendo en ese instante. Existen muchas razones para pintar: Es terapéutico, porque supone dar un descanso a nuestra agitada mente. Es relajante, porque la conciencia y el corazón se acompasan y así el ritmo cardíaco disminuye y se atempera. Es creativo, nos hace buscar soluciones nuevas e inesperadas y nos ayuda a afrontar lo cotidiano con una actitud renovada. Es expresivo, pues como cualquier otro lenguaje permite transmitir mensajes, ideas, a veces íntimas, difíciles de verbalizar utilizando palabras.

Sin embargo, a medida que trabajamos y acumulamos obras, el breve enunciado se convierte en una narración. Ver todos los trabajos juntos permite comprender mejor qué se está contando. Es como una extensa novela en la que cada cuadro representa un capítulo. Asistir a una exposición permite leer toda la historia en una sola visita.

La semana pasada ya os invitaba a la muestra de una compañera del taller. Ahora de nuevo estaré muy satisfecho si os animáis a pasar por la exposición que voy a inaugurar el jueves día 8. Tendrá lugar en el Salón Carlos Martín en la Costa de sa Pols, 5 de Palma, a partir de las 20,15 horas. En estas últimas obras el grafismo de la "A" sigue siendo protagonista, acompañado de muchos otros signos y en especial la figura del pez. Os contaba la última vez que hablé sobre mi trabajo que esta primera vocal simboliza el umbral de la conciencia humana. También podríamos considerar que representa el lado consciente, racional del hombre, frente al aspecto subconsciente identificado en los peces. Las dos caras de una moneda, razón y emoción, conciencia e impulso, lógica y pasión. Confío en que podáis compartir conmigo la muestra y resulte de vuestro agrado.






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