viernes, 9 de mayo de 2014

+ Metacrilato +

Para acabar con el repaso de la feria Artmadrid quiero referirme a otro material que hasta hace poco no aparecía en el mundo del arte más que como soporte de enmarcación, pero con múltiples posibilidades expresivas. Se trata del metacrilato. Tal vez por su carácter plástico puede parecer que carece de nobleza o categoría. Pues ahí está Pilar Cavestany para demostrarnos lo contrario. Ella construye cajas bien transparentes, bien traslúcidas, que rellena con tiras formando en su juego estructuras orgánicas. Algunas de ellas poseen una luz posterior que intensifica el color de alguna parte de su volumen.

El resultado está lleno de sensibilidad. Son mundos curvos, sinuosos y serpenteantes como nuestros pensamientos, que van y vienen sin fin. Ora se tiñen de luz, ora cambian de tono, dramatizándose y oscureciendo nuestro buen humor. Elegantes curvas de humo sólido, atrapadas para siempre en su juego.

Hay una imagen que cautiva especialmente. La última escultura está construida con metacrilato transparente y al realizar la foto una visitante pasaba casualmente por la parte de atrás. Su cara quedó integrada en el tramado construyendo una tela de araña en torno a su rostro. Bosque encantado que atrapó a la princesa y se ha perdido. Su mirada persigue inquieta una salida, ¿dónde está el príncipe que venga a rescatarla?








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