El papel es un soporte que ha sido ennoblecido por la
modernidad. Es asequible, ocupa poco sitio, pesa poco, acepta todo tipo de
técnicas y perdura en el tiempo más de lo que su frágil aspecto puede hacer
pensar. Aunque esto último habría que matizarlo pues normalmente el papel barato
amarillea por la química utilizada en su fabricación y los colores suelen
desaparecer con el tiempo pues las tintas empleadas no están pensadas para
perdurar.
Sin embargo hoy no hablaremos del papel como soporte sino
como parte de la obra. Así es, muchos artistas lo han utilizado integrándolo en
su trabajo. Puede adherirse mediante un spray adhesivo, o bien si tiene
suficiente grosor mediante látex. Es conveniente añadir la cola tanto al papel
como al soporte en el lugar donde va a ser situado pues así conseguimos una
mayor durabilidad.
Me gustaría mostraros diferentes formas de integrar el papel en una pieza. Hoy os propongo contemplar obras de Gerardo Rueda. Me gusta mucho la forma como une papel y pincelada. Las líneas vibran por el gesto y la libertad de la mano. Con el papel consigue el orden, la mesura. De hecho el contraste nos trae a la memoria la mente humana con su dicotomía. Por una parte el pensamiento consciente, racional, claro y estructurado como la superficie de la cuartilla. Por otra el inconsciente incontrolado, desordenado, caótico pero lleno de vida y fuerza como las líneas del pincel. El pensamiento consciente se superpone al involuntario, quiere dominarlo, controlarlo, pero la fuerza del instinto permanece siempre latente.
Me gustaría mostraros diferentes formas de integrar el papel en una pieza. Hoy os propongo contemplar obras de Gerardo Rueda. Me gusta mucho la forma como une papel y pincelada. Las líneas vibran por el gesto y la libertad de la mano. Con el papel consigue el orden, la mesura. De hecho el contraste nos trae a la memoria la mente humana con su dicotomía. Por una parte el pensamiento consciente, racional, claro y estructurado como la superficie de la cuartilla. Por otra el inconsciente incontrolado, desordenado, caótico pero lleno de vida y fuerza como las líneas del pincel. El pensamiento consciente se superpone al involuntario, quiere dominarlo, controlarlo, pero la fuerza del instinto permanece siempre latente.
me gusta mucho la obra de Rueda, muy interesantes tus comentarios sobre el trabajo que hace el papel en una obra de arte,yo creo que debido precisamente a lo que dices el papel toma la palabra y te lleva adonde quiere
ResponderEliminarBonita comparación la del papel con el consciente y los trazos de pintura con el inconsciente. Me ha encantado y me ha enseñado mucho. Gracias
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