Hemos visto formas de incorporar el papel en el lienzo y
también de emplearlo de forma autónoma, como único protagonista de la obra. En
este último caso seguimos hoy. Hay dos diferencias principales entre las obras
de Jorn que os mostramos anteriormente y el trabajo de Chillida con papel. Por
una parte el formato: Jorn, como la mayoría de nosotros, utiliza el formato
rectangular como base de la obra. Chillida en cambio se siente libre para
romper, recortar, vaciar el espacio. De este modo el papel adquiere un carácter
escultórico. La calidad y el cuerpo del papel que utiliza contribuyen al efecto. Otro día hablaremos de los formatos de la obra pictórica y nos extenderemos en este tema.
Por otro lado, Chillida no utiliza cola o pegamento al
trabajar el papel. Para evitarlo crea el ingenioso sistema de utilizar una hoja
inferior como soporte sobre la que gravitan las demás mediante unas cuerdas,
creando una sensación de espacio y relieve. En palabras del artista: “un día me
dije, ¿por qué estás haciendo collages si no te gusta el pegamento? Entonces
dejé de usar pegamento y decidí poner espacio en lugar de pegamento. Puse los
papeles unos encima de otros y los colgué con cuerdas y los llamé
gravitaciones. Esto es importante para mí porque incluso sin un gran peso,
hasta el papel más delgado está siempre conectado con la gravedad. Me pareció muy
emocionante. Al principio la gente no se lo tomó en serio. No se daban cuenta
de la diferencia entre esto y el collage. Hay una gran diferencia. El collage
tiene pegamento entre las hojas y yo he puesto espacio en medio. A nadie se le
había ocurrido antes.”
Efectivamente, las gravitaciones de Chillida hablan de
espacio, de lugares donde transitar y adentrarse. De recintos secretos y
puertas a veces abiertas, otras selladas. Su sencillez y simplicidad tienen sabor
a mística, a búsqueda interior: “No es pequeña lástima y confusión que, por
nuestra culpa, no entendamos a nosotros mismos ni sepamos quiénes somos. ¿No
sería gran ignorancia, hijas mías, que preguntasen a uno quién es, y no se
conociese ni supiese quién fue su padre ni su madre ni de qué tierra? Pues si
esto sería gran bestialidad, sin comparación es mayor la que hay en nosotras
cuando no procuramos saber qué cosa somos... Pues consideremos que este castillo tiene como he dicho
muchas moradas, unas en lo alto, otras embajo, otras a los lados; y en el
centro y mitad de todas éstas tiene la más principal, ...” (Las moradas).
Qué interesante¡ No conocía esta faceta de Chillida y me encanta esta forma de crear espacio, real pero también abriendo la posibilidad de trabajar el imaginario personal de cada cual, porque sus composiciones dan para mucho.
ResponderEliminarCoincido también contigo en la espiritualidad y el misterio de estos cuadros-poemas.
Es cierto, estos trabajos de Chillida con el papel son poco conocidos y muy jugosos. Creo que una de las claves es la mesura y contención en los materiales que utiliza, algo que a menudo nos resulta difícil con las mil posibilidades diferentes que el mundo moderno nos brinda para explorar...
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