jueves, 6 de diciembre de 2012

+ Jugando con papel III


Hemos visto formas de incorporar el papel en el lienzo y también de emplearlo de forma autónoma, como único protagonista de la obra. En este último caso seguimos hoy. Hay dos diferencias principales entre las obras de Jorn que os mostramos anteriormente y el trabajo de Chillida con papel. Por una parte el formato: Jorn, como la mayoría de nosotros, utiliza el formato rectangular como base de la obra. Chillida en cambio se siente libre para romper, recortar, vaciar el espacio. De este modo el papel adquiere un carácter escultórico. La calidad y el cuerpo del papel que utiliza contribuyen al efecto. Otro día hablaremos de los formatos de la obra pictórica y nos extenderemos en este tema.

Por otro lado, Chillida no utiliza cola o pegamento al trabajar el papel. Para evitarlo crea el ingenioso sistema de utilizar una hoja inferior como soporte sobre la que gravitan las demás mediante unas cuerdas, creando una sensación de espacio y relieve. En palabras del artista: “un día me dije, ¿por qué estás haciendo collages si no te gusta el pegamento? Entonces dejé de usar pegamento y decidí poner espacio en lugar de pegamento. Puse los papeles unos encima de otros y los colgué con cuerdas y los llamé gravitaciones. Esto es importante para mí porque incluso sin un gran peso, hasta el papel más delgado está siempre conectado con la gravedad. Me pareció muy emocionante. Al principio la gente no se lo tomó en serio. No se daban cuenta de la diferencia entre esto y el collage. Hay una gran diferencia. El collage tiene pegamento entre las hojas y yo he puesto espacio en medio. A nadie se le había ocurrido antes.”

Efectivamente, las gravitaciones de Chillida hablan de espacio, de lugares donde transitar y adentrarse. De recintos secretos y puertas a veces abiertas, otras selladas. Su sencillez y simplicidad tienen sabor a mística, a búsqueda interior: “No es pequeña lástima y confusión que, por nuestra culpa, no entendamos a nosotros mismos ni sepamos quiénes somos. ¿No sería gran ignorancia, hijas mías, que preguntasen a uno quién es, y no se conociese ni supiese quién fue su padre ni su madre ni de qué tierra? Pues si esto sería gran bestialidad, sin comparación es mayor la que hay en nosotras cuando no procuramos saber qué cosa somos...  Pues consideremos que este castillo tiene como he dicho muchas moradas, unas en lo alto, otras embajo, otras a los lados; y en el centro y mitad de todas éstas tiene la más principal, ...” (Las moradas).





2 comentarios:

  1. Qué interesante¡ No conocía esta faceta de Chillida y me encanta esta forma de crear espacio, real pero también abriendo la posibilidad de trabajar el imaginario personal de cada cual, porque sus composiciones dan para mucho.
    Coincido también contigo en la espiritualidad y el misterio de estos cuadros-poemas.

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  2. Es cierto, estos trabajos de Chillida con el papel son poco conocidos y muy jugosos. Creo que una de las claves es la mesura y contención en los materiales que utiliza, algo que a menudo nos resulta difícil con las mil posibilidades diferentes que el mundo moderno nos brinda para explorar...

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