viernes, 29 de mayo de 2015

+ Dr. Woo +

Están de moda las barbas y los tatuajes, buena noticia para los barberos y tatuadores. Para afeitar una barba correctamente hay que saber cómo se comporta el pelo. Para hacer un buen tatuaje hay que conocer el carácter de la linea. Seguramente los barberos también saben de lineas, pues éstas se enuncian como la confluencia entre dos planos, y al rasurar una barba se define la intersección del plano de la piel y el del vello. Su coincidencia debe formar un límite armónico y bien perfilado para que el corte sea hermoso.

La linea, esa gran olvidada. Bien lo sabéis en el taller cómo insisto en que aprendáis a modularla, a trazarla gruesa y fina, de un tirón y sin miedo. La linea habla de las cosas que describe, su trayectoria cuenta, enseña, define. Cuando nuestro pulso no muestra habilidad en el trazo, se esconde en los tramados que sólo la emborronan. Tengo una amiga que estuvo dos años en Pekín estudiando el idioma chino con una beca de la comunidad europea, y vaya si lo aprendió. Aprovechando la coyuntura se apuntó a un curso de tinta china para mejorar sus conocimientos sobre esta cultura milenaria. Duró tres meses. El caso es que durante todo este tiempo el profesor sólo le permitió coger el pincel y trazar una linea recta. Como no dominaba bien el asir el pincel, según el profesor, no salía una linea adecuada y no podía avanzar. "¡Tres meses haciendo rayas!", se quejaba ella. Pero yo creo que fue una completa inmersión en la esencia real de la cultura china: constancia, sacrificio y búsqueda de la perfección que marca la tradición. En Oriente sí saben hacer lineas, pero nosotros no tenemos paciencia para aprenderlas. Las barbas peludas y abandonadas son una muestra de éstas nuestras lineas, trazadas sin orden ni concierto.

Brian Woo, de 33 años de edad, apodado el tatuador de Hollywood, reside en Los Ángeles. Allí una larga lista de celebridades (como Rihanna o Johnny Depp) le han pedido que decore su piel. Desde los trece años las agujas y la tinta han sido su pasión, primero al salir de clase, luego como aprendiz en el taller de Mr. Mark Mahoney y por fin por su cuenta. Instagram es su gran escaparate, donde tiene casi medio millón de seguidores (http://websta.me/n/dr_woo_ssc). A menudo los clientes le piden nuevas versiones sobre trabajos que ya publicó allí. Entre las lineas de los maestros zen y los tatuajes del Dr. Woo hay un abismo, y aunque él no lleve barba, pues se ha tatuado hasta el cuello, es bien cierto que sus dibujos tienen vida y elegancia gracias a la delicadeza de sus lineas. Tal vez por eso Woo rehuye el color, para que el trazo se manifieste en toda su pureza. Si sus dibujos os han cautivado y súbitamente habéis pensado volar hasta su taller para inmortalizaros la piel, tened en cuenta que la lista de espera para conseguir un tatuaje suyo es de unos seis meses…. 










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