viernes, 12 de mayo de 2017

+ Punta de plata +

Recientemente asistí a un taller sobre punta de plata en la Fundación Miró. Desconocía esta técnica de dibujo, que estuvo en auge especialmente a principios del renacimiento. El grafito (los clásicos lápices) no existían y por tanto los dibujos debían realizarse con carbón, que es un material cuyo rastro es difícil de conservar en el tiempo, o con un metal, ya fuera plomo o plata. En el siglo XVI se elaboró una aleación de estos dos metales que fue la utilizada por Miguel Ángel o Leonardo en sus dibujos. La plata consigue unas lineas muy precisas, nítidas, y unos grises muy delicados, permitiendo atender perfectamente a los detalles. El único problema es que necesita una superficie ligeramente rasposa, que al ser recorrida con el estilete afilado, dejará una marca. Por lo tanto los papeles debían prepararse previamente con cola mezclada con un pigmento blanco que diera textura y rugosidad, antes de dibujar. Se conservan dibujos a punta de plata de grandes maestros, y también el planteamiento de los cuadros sobre la tela se realizó en muchos casos con este metal.






Más tarde, en el siglo XVIII, el científico Francés Nicolás Jaques Conté inventó el lápiz tal y como lo conocemos hoy. Grafito mezclado con arcilla y agua, endurecido al horno y recubierto de madera. Esta barra es mucho más blanda que la punta de plata, y además no necesita preparación previa del papel, se aplica directamente. Así pues, la utilización de la plata desapareció rápidamente y sólo unos pocos especialistas siguieron empleándola, como hacían los maestros del renacimiento. Jeannine Cook (jeanninecook.com) es una apasionada de la punta de plata y fue la que nos inició en sus secretos. Su extenso currículum, con multitud de exposiciones tanto en Europa como en América, avalan su trabajo. Ella es una muestra evidente de cómo es posible actualizar un procedimiento a nuestro mundo moderno. Cook ha estudiado a fondo los diversos autores que utilizaron esta forma de dibujar a lo largo de los siglos. Es capaz de elaborar dibujos figurativos, suaves y delicados como los antiguos. Pero también puede percibir todo un nuevo horizonte de posibilidades con este trabajo. Su última exposición, en la residencia de Deià, han sido unas obras realizadas inspirándose en Miró. Ya lo dice la máxima, “somos enanos sobre las espaldas de gigantes”; conocer bien nuestros ancestros nos permite subir más alto… 








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