viernes, 19 de mayo de 2017

+ Reinventando el paisaje +

El pasado día tres de mayo falleció en Manacor, su localidad natal, a los 74 años de edad, el pintor mallorquín Riera Ferrari. Estudió Bellas Artes en Barcelona y ya en el año 1967, con 25 años, estaba exponiendo en galerías de fuera de España, preludio de la que sería su dilatada carrera. Su gran trayectoria pictórica llevó al Govern Balear a concederle en el año 2009 el premio Ramón Llull.

Después de tantos pintores que en la historia reciente habían reflejado el paisaje mallorquín, parecía que este tema estaba ya agotado. Riera Ferrari supo darle una vuelta de tuerca. Introduciendo la materia sobre la tela, consiguió un enfoque inédito y personal, inconfundible. Logró que el público mirara a la Serra de Tramuntana con unos nuevos ojos, poniendo el foco no tanto en las grandes panorámicas, sino el el detalle cercano, en el relieve rugoso y áspero de unas rocas que de su mano se volvían míticas. A muchos de vosotros que venís al taller os gusta investigar sobre las texturas, las diferentes cargas que pueden aplicarse a la superficie del lienzo, para conseguir nuevos matices y tonalidades. Riera Ferrari fue un maestro en este aspecto. Seguramente su pasión por el paisaje y su espíritu libre le permitieron este cambio de enfoque. Y ahora, cuando viajamos en barca junto a las rocas grises y angulosas de la sierra, ya no sabemos a ciencia cierta si fue el maestro el que se enamoró de ellas, o son ellas las que se inspiran en los lienzos de Riera Ferrari para mostrarnos su pétrea figura.










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