viernes, 6 de marzo de 2015

+ Juegos de sombras +

Me gusta recomendaros la visita de exposiciones que están teniendo lugar en nuestra ciudad, pero esta vez tendré que hablar a posteriori pues pasé de casualidad por delante de la Lonja y pude disfrutar de una exposición de Christian Boltanski realizada "ex profeso", pero finalizó pocos días después. Era ya de noche y precisamente el momento adecuado porque sólo abrían de 18 a 22 horas ya que la muestra consistía en un teatro de sombras, montaje habitual en el trabajo de este artista.

La puerta abierta del edificio gótico invitaba a entrar, aunque al estar todo en penumbra no se sabía si es que ya estaban cerrando. Una vez en el recinto te dabas cuenta que la oscuridad permitía proyectar un variado juego de imágenes sobre las paredes. La idea era simple: personajes recortados a partir de planchas metálicas estaban colgados de alambres sobre unas varillas; delante, un potente foco proyectaba su silueta en la pared de la oscura estancia. Diminutos recortes se convertían en enormes monstruos. Para dar impresión de vida, un pequeño ventilador hacía balancear las figuritas colgantes. Además, suspendido del techo un móvil similar a un tiovivo daba vueltas continuamente proyectando una sombra que recorría incansable pared tras pared todo el interior del edificio. De fondo una voz mecánica iba recitando la hora segundo a segundo sin interrupción.

Christian Boltanski nació en París a finales de la Segunda guerra mundial, hijo de madre cristiana y padre judío. La huella del holocausto está muy presente en su obra; la muerte, la vida y la identidad son temas recurrentes de sus trabajos. Utiliza materiales frágiles (fotografías antiguas, ropa usada, objetos personales, recortes de periódicos, cartas, etc.) como testimonios de lo breve que es la vida. En la Lonja quiso escenificar una Vánitas, género artístico que buscaba representar la fugacidad de la vida y el drama del paso del tiempo, con esta coreografía de ángeles, calaveras y esqueletos. 

Es cierto que el montaje resultaba impactante y original. Sin embargo, más que la brevedad de la vida a mi me recordaba a una noche de Halloween. Porque todos tenemos la tendencia a convertir lo dramático en humorístico. Vemos a alguien tropezar y caerse y nos entra el ataque de risa. Los cómicos del cine en blanco y negro utilizaron estos traspiés una y otra vez hasta la saciedad en sus películas. Los "programas resumen" de youtube siguen igual ¿Porqué nos da risa el drama? Hace tiempo leí un artículo que afirmaba que en ese instante la farsa de la vida queda al descubierto. Nuestro orgullo y vanidad caen por los suelos literalmente y eso hace reír a todos. Y el texto se preguntaba, ¿cuándo estas caídas dejan de dar risa? Cuando la persona que las sufre pierde su integridad física. Por ejemplo, un accidente de tráfico, en que sólo hay heridos o muertos, no provoca risa. Quiero con esto decir que a veces no es fácil hablar del drama de la vida sin dar pie a una sonrisa…






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