viernes, 23 de febrero de 2018

+ Rebelión en la granja +


Hablábamos la semana pasada de un ceramista, y ya que estamos en la tercera dimensión, seguiremos con escultura. Nosotros en el taller estamos siempre yendo y viniendo sobre una superficie plana. Algunos simuláis tres dimensiones, engañando al ojo al hacerle ver una profundidad que no hay. Otros trabajáis en abstracto, y también buscáis la tercera dimensión, porque un cuadro sin profundidad, plano, es un muro que nos cierra el paso. Así que, capa tras capa, color sobre color, llegáis a un espacio que teniendo sólo ancho y alto, parece también profundo, aunque no tenga lineas de fuga.

Pero cuando creamos en tres dimensiones reales, un nuevo mundo de posibilidades entra en juego. La pieza puede verse desde un lado u otro, de frente, de arriba, y cada vista debe estar bien resuelta. Las obras escultóricas tienen una presencia que supera con creces el impacto de la pintura. Además, si con la agitación moderna la pintura experimentó una revolución en sus soportes y materiales, la escultura la rebasó ampliamente. Todo es posible en la tercera dimensión. Y si no, fijaos en estas propuestas que he recogido de la web. Hoy en el blog los artistas toman como inspiración el mundo animal. Esculturas ensambladas con metales, piedras, madera, etc. dando vida nueva a esos desguaces. El creador actúa a veces con humor, otras elegantemente, mimando los vacíos y calculando cuánto es necesario para conseguir fidelidad fisiológica y libertad creativa. No importa la escala, alguna obra cabe en el puño de una mano, otras nos dejan habitar en ellas…

Por orden de aparición, los artistas son: gallina_Derek Arnold, vacas_John V. Wilhelm, cangrejo_Kirsty Elson, pelícano_Thierry Gall, gorrión_Jim Mullan, tortuga_Desconocido, gato_Heppoart











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