viernes, 28 de junio de 2019

+ El verano, en un libro +


Llegó el calor. Nos sudan las manos, y el acrílico se seca tan deprisa que necesitamos retardador para poder trabajar. Pero esto no es lo más grave. Porque con la canícula veraniega nuestra querida Musa de la Pintura, que preside nuestro jardín, taller, y a todos inspira, nos abandona. Ella no soporta las altas temperaturas, su metálica piel no se adapta bien a tantos grados centígrados. Cuando la vi haciendo las maletas le pregunté ingenuo hacia dónde encaminaría sus pasos este año, y me contestó “Formentera”. “Qué bella isla”, dije yo, ignorante de sus intenciones. Porque ella no se va a cualquier formentera, sino a “Estimada Formentera”, un volumen con ilustraciones y textos de Feliu Renom. Y me vais a preguntar “¿A un libro?” Pues claro. Las musas son mágicas, no como nosotros pobres mortales. Les da igual viajar a un país del planeta o de la imaginación; a un cuadro, o a un libro; son inmunes a cualquier atadura. Por eso pueden otorgarnos la inspiración. Si vivieran condicionadas por la rutina de lavarse los dientes y el pelo cada día, de desayunar café con leche y ver la televisión por la noche, ¿cómo nos iban a sugerir nuevas ideas y colores diferentes? No, las musas hacen lo que les da la gana, y van a donde quieren, que es a cualquier sitio que su pensamiento imagine.

Y ahora nosotros, simples humanos que tomamos tostadas con mermelada por la mañana y nos ponemos el pijama antes de ir a la cama, hemos quedado huérfanos de inspiración. Cogemos la paleta y no recordamos ni el orden de los colores. El blanco inmaculado de la tela ha comenzado a aterrorizarnos, y las líneas del lápiz se ríen de nuestro pulso y salen todas peludas y rotas.

No vamos a luchar contra la dura realidad del abandono. Marcharemos también a otros lugares, veremos nuevos horizontes y otras puestas de sol. Y descansaremos. Y navegaremos. Y olvidaremos. Esperando que pasen los calores, que bajen los centígrados, seguros de que en septiembre nuestra amada Musa volverá. Entonces se inspirarán nuestras manos de nuevo, nuestros ojos brillarán, y se refrescará la memoria.

Hasta entonces, feliz verano!




No hay comentarios:

Publicar un comentario