Para los que todavía no habéis ido al Casal Solleric de
Palma a ver la Colección de dibujos de DKV os voy a dar otra razón para visitar
este lugar. Situado en el patio principal desde donde arrancan las elegantes
escaleras que conducen a la planta noble podéis contemplar una instalación del
artista mallorquín de proyección internacional Pep Llambías (Alaró 1954), que
se inauguró el día de la Nit de l’Art.
La intervención se titula “El peso de la luz” y es una obra
especialmente concebida para este espacio. El autor toma como elemento
significativo una simple y convencional bombilla, recubierta por una capa de
escayola blanca. A estos artefactos, cerca de doscientos, Llambías ha adherido innumerables
fragmentos de su repertorio iconográfico: caracoles, corazones, ovejas… La
mayoría de estas blancas estructuras están suspendidas de un hilo frente una
fuente de luz, sobre la que gravitan y giran. Otras cayeron sobre ella y se
hicieron añicos. La blancura de la base se multiplica en innumerables puntos
luminosos que se destacan sobre la penumbra. Es una obra llena de sensibilidad
y poesía.
Desde lejos, subiendo por la rampa que da acceso, uno tiene
la sensación que está presenciando la lluvia precipitándose en el vacío. Pero
al acercarse a la instalación y descubrir que cada gota tiene adherido un
símbolo, un detalle, la percepción cambia. ¿Qué son estas gotas de luz que
llevan un viajero, un intruso? ¿Son más bien lágrimas que contienen nuestros
deseos, nuestras ilusiones, nuestros desengaños?
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