viernes, 7 de marzo de 2014

+ Retratos +

Cuando visitas una de estas ferias de arte moderno como Art Madrid encuentras muchos seres humanos pululando por los pasillos, incluso a veces te sientes agobiado por la marea de visitantes, pero no tantos en las obras que contemplas. La figura humana fue protagonista del arte durante siglos pero con la revolución moderna a pasado a un segundo plano. Creo que sumando todas las galerías presentes, los retratos que pude contemplar se podían contar con los dedos de las manos. Sin embargo, no hay nada más inspirador que el hombre para contar historias sobre el hombre. En el rostro del otro nos reconocemos y vemos reflejadas nuestras propias historias y emociones, más que en cualquier otra imagen.

Jordi Díaz Alamá y Sito Mujica son los autores de los dos primeros retratos que he recogido. Ambos nos miran fijamente. Los ojos inquisidores de esta mujer contrastan con la mirada perdida del chico, que divaga en oscuros pensamientos. Un sutil erotismo impregna ambos trabajos. La joven indolente parece estar sorprendida al ver que no tomamos ninguna iniciativa. El chaval, en cambio, adopta una pose estudiada, controlada, envuelto en colores apagados que resaltan los tonos de su piel.

Manolo Valdés y Carmen Otero reflexionan sobre la esencia del ser humano. No es de extrañar que se centren en el rostro, que condensa toda la intensidad de lo que somos. Mientras que Valdés sigue persiguiendo la fragancia femenina y sus encantos, Otero construye una escultura bidimensional de una gran sutileza y elegancia.

Por último Oyonarte y Jaume Plensa (desconozco el autor de las cerillas humanas). Aquí encontramos unas versiones modernas del "Ecce Homo". Es el ser humano débil, mutilado, deformado, abusado. Porque en una feria de arte, por muy glamurosa, efectista y artificiosa que sea, siempre topamos con algún creador cuyo trabajo nos recuerda que el hombre sufre.









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